Sergio Larraín Echeñique (Santiago, 5 de noviembre de 1931 — Ovalle, 7 de febrero de 2012)
Su primer libro publicado fue El rectángulo en la Mano en 1963, que acompañaba a una exposición que realizó en Santiago. En 1966 colaboró con sus fotos en el libro de Pablo Neruda titulado Una casa en la arena. En 1968, con motivo de otra exposición en Lausana, publicó otro libro titulado Chile; sin embargo, su libro más importante fue Valparaíso, aparecido en 1991, mientras que su último libro, London, se publicó en 1998. En 1999 realizó una exposición en el Centro Julio González del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) y se editó un catálogo retrospectivo de su obra.
Su obra será motivo de muestras en Berlín, Londres, París y Chicago, entre otros lugares. La obra de Larraín se encuentra en diversos museos y colecciones, como el MOMA de Nueva York o el Castillo de agua Laganne en Toulouse.
A finales de los años setenta se trasladó a Ovalle y luego al interior a Tulahuén (pueblo precordillerano). De esta etapa provienen las últimas fotografías que tomó y reveló en su casa de Tulahuén, donde fue abandonando poco a poco la fotografía y profundizando en el estudio de la cultura y mística orientales --primero sigue al boliviano Óscar Ichazo y después al chileno Claudio Naranjo--, y donde vivió las últimas dos décadas de su vida, buscando la tranquilidad y el aislamiento para dedicarse por completo a pintar, meditar, enseñar yoga y escribir.
Toda esta trama de éxito, misterio y retiro, complementada con historias con tinte de leyenda y por un reconocimiento en Chile considerado siempre inferior al que su obra mereció, dieron pie a un verdadero mito en torno a su persona. Parte de él fue recogido en 2009 por el escritor Marcelo Simonetti, en la novela El fotógrafo de Dios, obra que no fue la primera que inspiró; ya que décadas antes Julio Cortázar escribió el cuento Las babas del Diablo, basándose en una historia que Larraín le contó sobre un "acto de malas costumbres" que plasmó en una fotografía que tomó a la catedral de Notre Dame en París, pero que descubrió solo al revelarla. El relato fue el que tomó luego el cineasta Michelangelo Antonioni para rodar, en 1966, la célebre cinta Blow-up.
Sergio Larraín falleció en Ovalle el 7 de febrero de 2012 de una enfermedad coronaria.
Trabajo Fotográfico:
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